Desde que comencé a escribir mi mayor pretensión era, crear un espacio donde las madres pudieran compartir sus conflictos, pudieran ir desaprendiendo hasta entender que si estamos en calma nuestros niños serán felices. Parece sencillo, pero reprogramar toda una vida de creencias es directamente proporcional a resistirse ante el cambio. Es muy difícil asumir que estar en paz dará la felicidad y cómo estaremos en paz si tenemos “tantos” problemas en casa, así de recursiva es la mente del ego, y así de pretensioso y libertador es mi objetivo.