Si estás aquí seguramente ya me conoces, sabes que soy la mamá de Lucas y probablemente te haya “presionado” a leer el primer artículo desde Facebook, así que por esta vez haré a un lado las presentaciones.

A fin de cuentas, es la primera entrada al blog, sin posicionamiento, sin lectores, sin saber exactamente cómo agradar, cómo hacer para crear esta comunidad y estás leyendo, así que ya lo he asumido…Te conozco y me alegra darte la bienvenida.

Llegar aquí ha costado meses, diría que años. Desde que Lucas nació y la fenilcetonuria llegó a nuestras vidas, solo las personas cercanas conocían del asunto, el primer consejo de su pediatra fue mantenerlo en secreto, no porque fuera el “fin del mundo”, sino porque necesitábamos entender muy bien nosotros para poder explicarlo después. La idea del libro llegó ante mí cuando me sentí reinventando recetas, preguntando, leyendo, investigando y no encontraba nada cercano que pudiera ayudarme, sumado a eso, los doctores me decían que Lucas era un niño muy bien cuidado, que al no ser por el resultado de los análisis no cumple con rasgos de niños fenilcetonúricos, así que pensé:

¿Y si escribo un libro de recetas? ¿Podré entregar un libro a cada uno de los padres que conozco? ¿Acaso no sería maravilloso si cuando nazca otro niño PKU, los padres pueden contar con esta guía, y se ahorran todo el trabajo que pasamos?

De esa forma entonces, comenzó mi recopilación de recetas, pero la idea iba creciendo, ya no solo quería enseñar cómo preparar alimentos con ingredientes cubanos, mientras más leía más entendía que había mucho de esta “condición” que nadie nos dijo, así que fui preparando las interrogantes más frecuentes que nos hicimos, sería así entonces, desde nuestra percepción, una guía de preguntas y respuestas, además entonces las recetas…Sería “La historia de Lucas”.

El 28 de junio pasado, Día mundial de la PKU, decidí lanzar una página en Facebook: PKU en Cuba – Una percepción diferente. Tuvo una acogida maravillosa, amigos, conocidos, amigos de amigos, desconocidos, todos la recibieron con una calidez hermosa y ese día, me sentí demasiado feliz, estaba pariendo un sueño.

Desde entonces muchas personas me han escrito para ayudar, muchos se han sensibilizado, muchos me apoyan para que me las “ingenie” y cree una Asociación para niños PKU en Cuba, y la verdad es que proyectos hay varios, y no renunciaré a ninguno.

Pero sí ya tengo página en Facebook, si ya estoy redactando el libro, ¿para qué entonces necesito un blog?

Necesito un blog porque esto creció más allá de la historia de Lucas. Porque hay muchas personas que necesitan ayuda. Hay muchas familias con condiciones especiales. Y mientras creo que mi “problema” es que mi hijo no puede comer proteínas, para otra mami será que su hijo aún se hace pis en la cama, o es agresivo, o se tarda en hablar, o no quiere jugar con otros niños, o atraviesan por un divorcio. Es indiscutible, las preocupaciones de una pueden ser las de todas. Detrás de muchas sonrisas hay familias disfuncionales, hay niños que están creciendo en ambientes difíciles. Nos estamos abrumando con muchos problemas externos y nuestros niños están pagando las consecuencias. Porque de la crianza de hoy dependerán los adolescentes del mañana (de los que hoy ya nos estamos quejando). Porque todos los niños deberían comer “sano”, aunque no sean niños PKU.

Las madres necesitamos estar en calma y no somos “malas madres” por salirnos de la rutina, de lo que está bien o está mal. Estamos en la era espiritual y necesitamos observar y tomar consciencia de cuán locos estamos al querer controlarlo todo, dirigirlo todo, perfeccionarlo todo. Cuán frustrante es que las cosas no salgan cómo queremos, porque en ese momento no conocemos el verdadero propósito de todo lo que nos ocurre. Porque somos almas y no cuerpos. Es hora de entender que hay muchas maneras de ser feliz, y estar en paz, es únicamente nuestra responsabilidad.

Así que si te encontraste, si te sentiste, si tú también crees que Amar es el Milagro…

Bienvenid@