Desde que comencé a escribir mi mayor pretensión era, crear un espacio donde las madres pudieran compartir sus conflictos, pudieran ir desaprendiendo hasta entender que si estamos en calma nuestros niños serán felices. Parece sencillo, pero reprogramar toda una vida de creencias es directamente proporcional a resistirse ante el cambio. Es muy difícil asumir que estar en paz dará la felicidad y cómo estaremos en paz si tenemos “tantos” problemas en casa, así de recursiva es la mente del ego, y así de pretensioso y libertador es mi objetivo.

¿Cómo iba a imaginar entonces, que tantas personas iban a apoyarnos en este camino?

¿Cómo saber que tantas personas, aunque no fueran madres, me escribirían contándome sus “conflictos”?

¿Cómo prepararme para responder a la avalancha de preguntas que me hacen, de las que no tengo idea?

El hecho de que al menos una madre sienta deseos de cambiar algo en la educación de su hijo después de leer algún artículo, porque le late, porque se identifica, porque lo sueña, para mi el objetivo está cumplido.

Si les cuento entonces, que una madre me escribe porque quiere contar su historia al mundo, compartir sus experiencias porque siente que tiene algo que aportar a la sociedad y desea que sea través de Amar es el Milagro, pensarán lo mismo que yo, esta es la cumbre de todas las pretensiones posibles.

A Yaima la conocí hace “algunos” años, estudiamos juntas durante un año en la Universidad. Siempre la vi como una persona transparente y sincera, con pasos seguros, más madura que el resto de nosotros a esa edad. La recuerdo como una mulata preciosa, que bailaba kisomba como nadie. 

Pasaron los años y gracias a las redes seguimos acá. Hace unos días, depositó en mí un reto enorme y hermoso. Sentí miedo, me sentí egocéntrica, me sentí diminuta y entonces, una vez más entendí que el amor no tiene dimensiones y que todo lo que se haga bajo sus leyes, siempre será un milagro. Así que aquí estoy entonces, para contarles a ustedes la historia de “Edel Alejandro”.

Amar es el Milagro (A): ¿Me presentas a tu hermoso?
Yaima (Y): Mi niño se llama Edel Alejandro Herrero Pérez y tiene 6 años.

A: Olvidemos la parte teórica que todos pueden investigar, desde tu experiencia ¿en qué consiste el autismo?  

Y: Bueno, desde mi percepción de mamá, el autismo es algo totalmente diferente y extraordinario. Para mi el autismo es simplemente marcar la diferencia, un ser humano con una condición especial, que pueden llegar a tener una vida igual o mejor a la de cualquier persona.

No es menos cierto que limita a nuestros niños en algunos aspectos. En ocasiones cuesta un poco de trabajo que se puedan valer por sí mismos, pero con mucho amor, trabajo y dedicación se consigue. Es difícil para ellos aprender a leer y a escribir, demoran un poco respecto a los demás niños. Pero una vez que consiguen desarrollar sus habilidades son los mejores en lo que decidan que les gusta hacer.

A: ¿Desde cuándo lo diagnosticaron?
Y: Lo diagnosticaron el 8 de junio del 2016, tenía 3 años.

A: ¿Sigue algún tratamiento?
Y: Sí, tiene un tratamiento médico. Una vez al día toma un medicamento que lo ayuda a dormir mejor porque tiene dificultades para conciliar el sueño.

A: ¿Acude a algún centro educacional?
Y: Sí, él acude a dos escuelas de Enseñanza Especial, es de atención combinada.
Lunes, martes y miércoles va a una escuela aquí mismo en el municipio que se llama “Maurice Bisohp”, jueves y viernes a la “Dora Alonso” que es la escuela de autismo que está en el municipio de Marianao. Es bastante buena la educación, así no se aburre. Siempre está en lugares distintos y con nuevos amigos.

A: Siempre sentimos temor ante situaciones desconocidas ¿Cuáles fueron tus miedos?
Y: Tuve mucho miedo y lo que más me afectó fue el ver como el niño fue en retroceso. Él hablaba, se desarrollaba igual que otro cualquiera y como a los 2 años justo, empezó a dejar de decir palabras, incluida ¡Mamá!
Pero mi mayor miedo, es que no volviera a reconocerme como su madre amorosa y dedicada. Gracias a Dios he tenido mucho apoyo de toda la familia y amigos y hoy mi hijo sabe que yo soy su madre y hasta mi nombre dice.

A: ¿Cómo es la vida con él?
Y: La vida con él es maravillosa. Es un niño extremadamente inteligente. Se ríe mucho. Le gusta jugar a las escondidas. Sabe cosas que de momento me pregunto ¿pero cómo? 
Me sorprende cada día con algo. Cuando miro su carita tan linda cuando duerme, así tan inocente, me doy cuenta de que soy afortunada de tenerlo en mi vida. Es una sensación que ahora mismo, no encuentro palabras precisas para describir lo que siento cuando estoy con él.

A: ¿Cómo es la relación con la familia?
Y: La relación con la familia es muy buena, aunque como sabes los tengo lejos pero, me apoyan mucho y como te decía es muy amado, lo adoran tal y como es. Mi mamá por ejemplo, lo ama como si fuera su hijo o más. Tengo 2 hermanos varones mayores, uno está aquí mismo en la Habana, cerca de mi y el otro en el interior con el resto de la familia. A ese hermano que tengo cerca lo reconoce hasta por el perfume, ¡es increíble!

La familia de su papá es bastante preocupada y atenta, pendiente siempre de sus necesidades, principalmente a las educativas. La familia de mi esposo lo adora, es un miembro más, de hecho, el único varón así que, es el consentido de la casa.

A: ¿Qué es lo que más disfruta?
Y: Lo que más disfruta es montar a caballo. Le encanta. No puede ver un caballo que enseguida quiere montarse. Es su animal preferido.

A: ¿Qué has aprendido de él?
Y: De mi niño he aprendido mucho, por ejemplo a leer las miradas de las personas. En nuestro caso, como él no habla mucho, cuando me mira me habla con sus ojitos. No necesito palabra alguna para saber qué es lo que necesita.

A: ¿Dónde encuentras información importante?
Y: La información que necesito la proporcionan las mismas escuelas. Por supuesto, también investigo en la Internet, en conferencias que dan los mismos médicos que los atienden y que en ocasiones vienes de otros países con un poco más de conocimientos.

A: ¿Qué te hizo entender que debía ser tu misión, cuál ha sido tu milagro?
Y: Para ser honesta contigo y con todo el que lea  este artículo me costó mucho tiempo entender, pero lo logré y fue ahí que supe que tengo una gran capacidad de dar amor. Comprender algo que simplemente es diferente a lo que vemos a diario. Me considero una excelente madre, con una paciencia que ni yo misma sabía que tenía y mi hijo es feliz y muy amado. Creo que por esa razón Dios confío en mi y me dio este niño tan especial porque sabía que como YO nadie lo amaría más.

A: ¿Qué le dirías a los padres que se enfrentan a esta situación?
Y: Les diría a esos padres que están en la misma situación que sean fuertes y perseverantes. Que nunca se rindan y que no dejen a sus hijos de la mano porque simplemente tengan una condición ESPECIAL y diferente. Nadie se imagina lo amorosos e inteligentes que pueden ser siempre con la atención y educación adecuada.
Se siente una gran satisfacción al ver que nuestros esfuerzos no son en vano, se siente muy bien ver cómo mejoran cuando haces todo lo posible para que tengan la mejor educación.
Yo nunca me rendiré con él. Es mi amor, lo más preciado, lo más importante en mi vida. Para él vivo y viviré.

A: Después de leerte, me queda poco por decir y mucho por agradecer. Gracias por depositar en mi tu confianza. Gracias por darme otra lección de vida. Desde acá espero que tu niño siga creciendo feliz y tú sigas inspirando a otras madres en el camino.