Nadie le dice a un árbol como crecer y, sin embargo…
Nos parece que el niño tiene un cerebro igual que el de un adulto, pero en pequeño, y vacío. Por eso nos empeñamos en llenarlo. Nos parece que tenemos que instruirle y educarle: decirle cómo hacer esto o lo otro, guiarle, explicar cómo funciona todo, llenar su cabeza con datos y fechas.